A través de los años, hemos conocido por medio de nuestros familiares directos, véase padres, abuelos y bisabuelos, que personas pertenecieron a nuestra familia y con esa información poder armar un árbol filogenético. Sin embargo, desconocemos más allá de nuestros bisabuelos.
No conocemos como fue que llegaron al lugar en donde actualmente residimos, ni los lugares que transitaron hasta llegar a donde nos encontramos. Con la prueba de DNA será posible encontrar dónde vivieron nuestros ancestros, a que tribu pertenecieron y con quienes se relacionaron.